miércoles, 21 de enero de 2009

SESIÓN DEL 15-01-09

En esta sesión, uno de los grupos ha expuesto su trabajo sobre las empresas transnacionales.
Ésta ha estado muy organizada, y me imagino que simplificada en base al corto tiempo de exposición; por ello creo que se han centrado en los principales epígrafes de su trabajo. En este sentido, han definido, en primer lugar, lo que son las empresas transnacionales; posteriormente, ha explicado lo que es la inversión extranjera directa, sus impactos positivos y negativos, poniendo ejemplos gráficos de los mismos; las perspectivas que hay a favor de la globalización, en tercer lugar, como aquello que favorece o0 posibilita la existencia de tales empresas; y por último, las críticas sociales que existen en torno a lo anterior, y como estas se centran en el discurso de siempre.

En mi opinión, lo que no se ha quedado muy claro es lo de los efectos negativos de la IED. Pues han hablado de la contaminación como consecuencia de la misma, cuando en todo caso, eso sería una consecuencia indirecta en base a la actividad de la empresa, independientemente de si es o no transnacional. El hecho de que una empresa se transnacionalice, no implica que opere desde unos parámetros coherentes en base a lo que hoy se conoce como responsabilidad social corporativa; de manera que puede no invertir en nada relacionado con los impactos sociales y medioambientales de su actividad: como parece ser que hizo Repsol en latinoamerica. Creo que ese hecho en sí, no es una consecuencia o efecto directo de la transnacionalización y/o globalización, sino de la dirección y administración de la empresa.
Cabe decir que en esta exposición se han utilizado elementos digitales y gráficos, haciéndonos partícipes a los oyentes, de la propia exposición. En ese sentido, la misma ha resultado amena y divertida, por lo que también se ha producido un buen aprendizaje de lo expuesto.

SESIÓN DEL 14-01-09

En esta sesión, hemos visto la exposición que ha hecho uno de los grupos sobre el neo liberalismo. Ésta ha sido de una gran originalidad, pues su desarrollo ha imitado al de una obra de teatro donde cada miembro del grupo se describía a sí mismo y su papel, dentro del neoliberalismo. los cuatro papeles que se desempeñaban eran los del propio neoliberalismo, su correspondiente estado, la sociedad crítica hacia los mismo, y la globalización.
Cada una ha explicado los diferentes rasgos que los definían, siendo el neoliberalismo una especie de híbrido económico, abanderado del librecambio y la individualidad y el interés racional utilitarista como motor del desarrollo; el estado correspondiente como el garante de esos principios en base al principio de no intervención del estado en la economía, sólo en el papel de la defensa de la nación, y que a mi parecer, les ha faltado hacer un pequeño hincapié en la idea de los derechos civiles, por encima de los sociales; la sociedad crítica a ese sistema, atacando a lo anterior en las estructuras económico laborales -deslocalización- y en la propiedad, aunque también creo que le habría venido bien hacer también hincapié en los derechos sociales como el elemento que pretende socorrer a la sociedad y la ciudadanía de las desigualdades generadas por el neoliberalismo; y por último, la globalización, en cuanto a aquello en lo que se está sustentando económicamente el neoliberalismo, pero que de por sí, no tiene una definición concreta o unívoca, ya que puede ser interpretado bajo muchas circunstancias.
no voy a entrar a valorar el trabajo de mis compañeros, ni es mi función ni mi deseo. Sólo decir que a mi la forma de exposición me ha encantado, divertido y amenizado la clase: de forma que lo que en ella se ha dicho, ha sido fácilmente asimilable.

miércoles, 7 de enero de 2009

TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA : DE P. M. SWEEZY

INTRODUCCIÓN:

la economía política se ocupa de estudiar las relaciones sociales de la producción y distribución, ya que concibe a la sociedad como un conjunto de individuos que se interrelacionan mediante pautas de conductas estables o normalizadas. Esto determina a la sociedad y al sistema de producción y distribución de las mercancías, la riqueza y los servicios que los individuos necesitan. Por ello, Sweezy habla de la economía como ciencia, que continuando con la afirmación de Robbins, estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios limitados que tienen diversa aplicación. Esto no significa que el economista moderno no tenga interés en las relaciones sociales de producción, ya que está constantemente empeñado en investigaciones de un carácter manifiestamente social, es cierto que utilizando el aparato conceptual de la teoría económica, se tropieza inevitablemente con las relaciones sociales. Esta ciencia produce resultados que son adecuados a todas las formas de sociedad, es decir, a las condiciones más diversas en cuanto a la clase de relaciones existentes entre los miembros de la sociedad.

Así pues, Sweezy describe la economía política como un proceso de construcción e interrelación de conceptos que han sido despojados de todo contenido social, pero durante la aplicación real de ésta, menciona que los elementos sociales pueden ser introducidos por medio de exposiciones ad hoc(continuando así con el modelo materialista de Marx, que otros autores como G. Longo o M. Sacristán han propuesto). En este sentido, salario se convierte en una categoría universal –meta histórica, diría yo– en lugar de una categoría adecuada a una forma histórica, de un contexto social concreto; por lo que la teoría económica es un proceso de construcción e interrelación de conceptos despojados de todo contenido social., y en cuya aplicación en la realidad, el contenido social puede ser introducido por medio de exposiciones ad hoc, que especifican el campo donde se aplica.

En lo relativo al sistema económico actual, Sweezy cuestiona la inadaptabilidad del patrón construido mediante conceptos que carecen totalmente de contenido social; por lo que lo critica en la medida de esa inadaptación, ejemplificándolo en el caso del obrero que es explotado al recibir por salario menos que el valor del producto físico marginal de su trabajo. Estos conceptos los toma del lenguaje corriente, les extrae el contenido social y las categorías universales que resultan y los aplica indistintamente a toda clase de sistemas económicos (siguiendo así el proceso descrito). Así pues, el economista actual elude una exploración sistemática de aquellas relaciones sociales tan universalmente consideradas como concernientes a los problemas económicos, y que forman parte del lenguaje cotidiano del mundo de los negocios.

Por ello, hay que tener en cuenta la existencia de deficiencias en la economía política moderna, que hacen que se cuestione si es verdaderamente una ciencia social de las relaciones humanas; por lo que habrá que explorar otra manera de emprender el estudio de los problemas económicos. De aquí se asociará el nombre de Karl Marx.

1. EL MÉTODO DE MARX:

A través del método abstracto-deductivo, Marx aceptaba y practicaba lo que los teóricos modernos han llamado el método de las aproximaciones sucesivas, el cual consiste en una deducción pero en la que se eliminan las simplificaciones en la etapa correspondiente a la investigación, para así no desnaturalizar el objeto de estudio, de manera que la teoría pueda tomar en cuenta y explicar una esfera cada vez más vasta de fenómenos reales. En esta abstracción, hay que decidir cual se puede o no se puede hacer y cuando se puede o no hacer; por lo que surgen dos cuestiones. A saber: ¿Qué problema se examina? y ¿Cuáles son los elementos esenciales del problema? No existen dos investigadores que actúen, adecuen y utilicen sus materiales de la misma forma. Por ello Sweezy hace hincapié en la afirmación de Hegel, en que durante el proceso de comprensión científica, es de importancia distinguir y acentuar lo esencial en contraposición con lo denominado no esencial. En este sentido, la abstracción consiste en extraer la esencia o la substancia de los hechos, para hacer posible su análisis: que en la práctica consiste en formular hipótesis acerca de lo que es esencial, profundizar en el análisis de tales hipótesis y comprobar sus conclusiones con los datos de la experiencia, a través del proceso inductivo

Cuando Marx acepta la trayectoria de la Rhenische Zeitung, entra en contacto con nuevas ideas sociales provenientes de la ciencia del derecho y la filosofía, además de conectar con ideas socialistas y comunistas. De esta forma, se involucró al estudio intenso del socialismo y del comunismo, rompió con su pasado filosófico y alcanzó la madurez del punto de vista desde la cuál escribiría sus obras económicas posteriores. Su actitud ante la economía política se formó y determinó mucho antes de que decidiera hacer los estudios económicos su principal ocupación. Para Marx, su principal preocupación, era la sociedad en su conjunto, y sobre todo el proceso del cambio social. Siendo de gran importancia la economía política, ya que en su esfera se encuentra el ímpetu del cambio social. Marx no trataba de reducirlo todo a términos económicos, sino que intentaba buscar la verdadera interrelación de los factores económicos y no económicos en el conjunto social, desenmascarando así la ley económica del movimiento de la sociedad moderna.

Sweezy destaca de Marx el cómo utiliza los elementos del pensamiento de Hegel que hacían énfasis en el proceso y desarrollo mediante el conflicto entre fuerzas opuestas, y en cómo siguió los conflictos históricos decisivos hasta sus raíces en el modo de producción, descubriendo así lo que calificó como conflictos de clase. De ello se obtiene la idea deque las relaciones económicas esenciales son aquéllas que están debajo (superestructura subyacente) de las relaciones e interacciones sociales, y que se expresan o se materializan en forma de conflictos de clase; cuyo epicentro se encontraba en la propiedad de los factores de producción, pero no en base a la tierra o la renta en sí, lo cual consideraba una concepción equivocada, sino en base al capital: la fuerza que todo lo domina en la sociedad burguesa. la relación entre el trabajo asalariado y el capital determina el carácter de éste modo de producción; por lo que la sociedad conjunto se divide cada vez más en dos clases opuestas en su naturaleza material: la burguesía y el proletariado. Para Marx, éste hecho debe ser el centro de la investigación, y el poder de abstracción del método materialista debe ser utilizado para poder analizarla; por lo que la adopción de esta actitud requiere un procedimiento en el que todas las relaciones sociales haya que concebirlas provisionalmente trascendiendo de sus características significativas –simplificándolas–, para reintroducirlas luego en una etapa posterior; dando lugar a que la relación capital-trabajo se reduzca a las características y tendencias estructurales de toda la sociedad. Esta relación consiste en una relación de cambio, y como todo lo que se destina al cambio, es concebido como una mercancía.

la validez de las leyes descubiertas es, para Marx, relativa al nivel de abstracción del cual se han derivado y a las modificaciones que deban sufrir cuando el análisis se lleva a un nivel más concreto; por ello, los resultados obtenidos tienen un carácter provisional, y deben responder a tres cuestiones: ¿Están hechas con la debida consideración del problema que se estudia?, ¿Eliminan los elementos no esenciales del problema? y ¿Se abstienen de eliminar los elementos esenciales? Es por eso que Marx analiza la realidad mediante un método histórico-materialista, pues la realidad social no es el proceso de cambio inherente a un juego de relaciones determinado en un momento concreto, sino un proceso histórico en sí: pues los sistemas sociales, recorren los ciclos de vida de los individuos que los reproducen, de manera que, el proceso del cambio social no es un movimiento puramente mecánico, sino que es el producto de la acción humana limitada de forma precisa por la clase de sociedad. Es por ello que el capitalismo puede ser entendido y criticado desde una perspectiva interna al marco en que puede ser simplificado, pero no se puede entender ni evaluar en cuanto a una mera simplificación.

2. EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO:

Sweezy habla de la mercancía como todo lo que se produce más como valor de cambio que como valor de uso –utilizando los términos de Marx–, por ello el estudio de las mercancías es el estudio de la relación económica del cambio. Por otro lado, el valor de cambio, –que es anterior a la división del trabajo, y por lo tanto es causa de ella– y la producción de mercancías es la forma de vida económica, que desde un primer momento en el que los productores eran dueños de sus propios medios, con la que satisfacían sus necesidades. Adelantándome, la dinámica conocida como M-D-M. Este es el comienzo del análisis de Marx sobre el valor de cambio, que en contraposición, para Adam Smith éste radicaba en el aumento de la productividad y la división del trabajo en base a la tecnología, siendo Smith incapaz de concebir la división del trabajo independientemente del cambio.

Para el autor, la forma universal e inevitable de la vida económica es la producción de mercancías, que tiene sus raíces en la naturaleza humana, siendo la ciencia económica es la ciencia de la producción de mercancías. Marx no niega la existencia de una relación entre la producción de mercancías y la división del trabajo, pero no se trata de ningún modo de la firme y rígida relación que describe Smith. Para Marx, los productos frutos del trabajo, sólo pueden convertirse en mercancías, los unos con relación a los otros, como fruto de diferentes clases de trabajo. Por eso los economistas deben dirigir su mirada al carácter de las relaciones sociales subyacentes en la forma de mercancía, las tareas de la economía políticas no son sólo cuantitativas sino también cualitativas.

Sweezy destaca que el valor de uso no da una mercancía ningún carácter peculiar, este valor expresa cierta relación entre el consumidor y el objeto consumido, sin embargo algunos piensan que éste estaba excluido por Marx en sus investigaciones ya que no daba cuerpo directamente a la relación social, pero el autor hace hincapié en que esto no es así, ya que este es un prerrequisito del consumo y Marx no lo excluyó de su estudio. Por otro lado, el valor de cambio es una forma exterior de la relación social entre los propietarios de mercancías, los productores individuales que trabajan aisladamente, en realidad trabajan los unos para los otros. Por así decirlo el cambio de mercancías es el cambio de productos del trabajo de productores individuales. Entonces, una mercancía es un valor de uso por su utilidad y un valor por que incluye la división del trabajo y producción privada.

Para Sweezy, dentro del valor de cambio, existe un valor que yace oculto. Por eso, el trabajo abstracto, representado por el valor de las mercancías, es un concepto importante en el pensamiento marxista, esta expresión equivale a lo que es común a toda actividad productiva. De esta forma, la reducción de todo trabajo a un común denominador, no es una abstracción arbitraria dictada por Marx, sino una abstracción que pertenece al propio capitalismo. Asimismo, en la sociedad capitalista, una porción dada del trabajo humano se provee de acuerdo con la demanda cambiante, es muy importante el volumen total de la fuerza de trabajo social y su nivel general de desarrollo, por que de ello dependen las potencialidades productivas de la sociedad. Entonces, las diferencias entre los distintos trabajos son de segunda importancia, la indiferencia hacia la clase particular de trabajo, corresponde a una forma de sociedad, en donde los individuos pasan fácilmente de una clase de trabajo a otra, por lo que el trabajo es una forma de crear riqueza.
Para el autor la reducción de todo trabajo a trabajo abstracto desvela las formas especiales que el trabajo puede adoptar, una suma de fuerza de trabajo social susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo a la necesidad social. Por ello, una mercancía tiene en común con todas las demás, en que absorbe una parte total de la fuerza de trabajo disponible en la sociedad.

En cuanto al análisis cualitativo Sweezy dirá que éste determinará tanto la significación básica, como las tareas principales de la teoría del valor cuantitativo. Entonces, Marx dirá que en el valor de cambio, está sólo la forma fenomenal bajo la cual se oculta el valor mismo. De esta manera, la magnitud del valor expresa la conexión que existe entre cierto artículo y la parte del tiempo total de trabajo de la sociedad que se requiere para producirlo, la preocupación por las proporciones de cambio del trabajo ha hecho que se deje en segundo plano el carácter de las relaciones sociales. En cuanto a la producción de mercancías, Marx pensará en ésta como la relación básica entre los hombres adoptando la forma de una relación entre cosas y ésta materialización de las relaciones sociales será la base del Fetichismo. Ya que el carácter fetichista del mundo de las mercancías tiene su origen en el carácter social peculiar del trabajo que produce mercancías. De esta forma, los artículos de utilidad se convierten en mercancías sólo porque son productos de individuos privados o grupos de individuos que realizan su trabajo independiente, por ello, las relaciones entre el trabajo de individuos privados aparecen no como relaciones directas entre personas en su trabajo, sino como relaciones materiales de personas y relaciones sociales de cosas.

El autor deja claro que todo esto se tiene lugar bajo las condiciones de un capitalismo relativamente avanzado, señalando que en Europa Occidental durante los siglos XVII y XVIII, el productor individual trataba a su prójimo sólo a través del mercado, donde los seres humanos no son más que instrumentos, donde el proceso de producción tiene dominio sobre el hombre. Entonces se produjo un cambio de actitud que fue el reflejo del comienzo de la producción de mercancías, aun así existe una profunda creencia en el carácter impersonal y automático del orden económico, así como es característico del capitalismo, existe aún cierto prejuicio contra la acción social.

En cuanto a la materialización de las relaciones sociales, hay que señalar su profunda influencia en el pensamiento económico tradicional, ya que las categorías de la economía capitalista han sido consideradas como si fueran inevitables categorías de la vida económica general. Entonces, no se puede negar que algunos rasgos son comunes a todas las formas de economía social o sistemas económicos sociales. No obstante incluirlas todas éstas en un solo juego de categorías e ignorar sus diferencias específicas, sería como una negación de la historia.

No hay que olvidar que los únicos que se preocupan en poner al descubierto las relaciones sociales subyacentes en las formas de producción de mercancías son los críticos del orden social como Marx. En una sociedad capitalista, los individuos, como propietarios de mercancías, están en un plano de igualdad perfecta, sus relaciones mutuas no son las relaciones entre amo y siervo de un régimen de status personal, sino las relaciones contractuales entre seres humanos, libres e iguales. Sin embargo el obrero no advierte que su falta de acceso a los medios de producción lo obliga a trabajar en condiciones dictadas por aquellos que tienen el monopolio de los medios de producción y que, por lo tanto está siendo explotado para beneficio de otros, igual como el siervo. Por el contrario, el mundo de las mercancías aparece como un mundo de iguales, donde el obrero vende su fuerza y mientras se le pague su verdadero valor, todas las condiciones están satisfechas, es decir se admite la apariencia como verdadera representación de las relaciones sociales.

Entonces, sólo se puede ver con claridad la verdadera estructura capitalista mediante un análisis crítico de la producción de mercancías, un análisis que penetre a través de las formas superficiales de hombre a hombre, donde. Esto hay que tenerlo muy en cuenta, debido a que la producción de mercancías ha ocultado el verdadero carácter de las relaciones sociales a las que da cuerpo, ha creado la racionalidad económica sin la cual un pleno desarrollo de las fuerzas productivas sería imposible. A pesar de esto, no se debe considerar el sistema como un todo planeado y racional, por que existe una creciente irracionalidad en su funcionamiento como un todo.

Para finalizar hay que apuntar que según Marx el capitalismo sería un sistema social que tiene dominio sobre el hombre, lo educa hasta un punto en que es capaz de controlar su propio destino, al mismo tiempo le impide advertir los medios de ejercer el poder que está a su alcance, y desvía de sus energías por cauces puramente destructivos.

3. EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO

volviendo a los aspecto expuestos en el capitulo anterior sobre los valores, en este capitulo se sigue en torno a esto, y lo primero dejar claro que en la sociedad el trabajo sea distribuido entre los miembros de dicha sociedad, esto es una cosa que perdura en la historia y debe ser así, por ello Marx, hace esta mención:”ninguna ley natural puede ser eliminada, lo que puede cambiar es la forma en que las leyes naturales operan , esto es precisamente el valor de cambio ;y descubrir la naturaleza de estas leyes es tarea del valor de cambio cuantitativo, y esto lo han explicado autores como Marx, diciendo que es una correspondencia entre las proporciones de cambio y tiempo de trabajo. Es importante saber la cantidad de trabajo y el tiempo utilizado para su realización. En este sentido en las páginas posteriores el autor se pone en marcha hacia una serie de posibilidades de cómo debe ser el trabajador y como el trabajo a realizar lo que deriva en una competencia entre los trabajadores y estoa a su vez deriva en el papel de la demanda, lo que los consumidores quieren y como lo quieren, aquí se centra en una serie de teorías que Sweezy recoge de autores como Marx, Keynes, Adam Smith, de cómo conseguir más productos, más mercancías y como dividir el trabajo para conseguir más demanda. Resumiendo esto en la ley de valor, tenemos que tener en cuenta, las proporciones de cambio de mercancías, la cantidad producida y la asignación de trabajo. Todo esto desencadena en el precio de monopolio, el precio por adquirir dichos productos que hemos comentado antes que se desglosan de todo el proceso productivo detallado antes.


4. PLUSVALÍA Y CAPITALISMO:
el capitalismo convierte el trabajo y la fuerza de trabajo en una mercancía más, de manera que la relación M-D-M característica del sistema de producción simple, se convierte en una relación D-M-D en la que siendo el dinero el principio y el fin de las relaciones sociales y en las que todo es mercantilizado, el segundo D es cuantitativamente mayor que el primero, pero no cualitativamente: incremento que por otro lado, es el equivalente a la plusvalía.

Así pues, el origen de la plusvalía radica en la mercantilización de la fuerza de trabajo, no del trabajo en sí; pues lo que el capitalismo compra es la capacidad de hacer, el poder de trabajar, mediante el salario. En este sentido, el valor de la fuerza de trabajo está determinado por el tiempo de trabajo y lo que se produce en el mismo, y puesto que la fuerza de trabajo es un producto en sí, su valor corresponde al tiempo y los medios aplicados a su reproducción producción. En consecuencia a ello, el valor de la fuerza de trabajo es el valor de los medios de subsistencia del trabajador; y la plusvalía aparece cuando éste le confiere al producto de la fuerza de su trabajo, un valor muy superior al de los costes reales de su producción, debido a que el número de horas en las que trabaja es muy superior al necesario para cubrir el valor real de lo producido. En este sentido, se abaratan costes y se aumentan los beneficios.

De ello se puede desglosar en tres los componentes del valor, cuya suma da lugar al valor total del producto. Primero el capital constante (C), o lo equivalente al coste de materiales más depreciación; representado por los materiales y la maquinaria, cuyo valor no sufre alteración cuantitativa en la producción. El segundo componente es el del capital variable (V), o lo equivalente al coste de los salarios; representado por la fuerza de trabajo, su valor se reproduce a sí mismo, generando además el plusvalor. Y por último, la plusvalía en sí (P) o lo equivalente al ingreso disponible para su reutilización. En base a esto, el valor total del producto es el equivalente a las entradas brutas por ventas, y la tasa de plusvalía (P*) es la proporción de la misma con respecto a (V), es decir: el valor del excedente del trabajo con respecto al trabajo necesario para producir el valor de (C) + (V). Por lo que se infiere que son tres los factores que inciden directamente en la tasa de la plusvalía: la jornada de trabajo, la necesaria más la excedente; la cantidad de mercancías que se producen y que son necesarias para cubrir el salario real; y la productividad del trabajo a lo largo de esa jornada. Teniendo en cuenta que los dos últimos factores son los que determinan el trabajo necesario, por oposición al trabajo excedente. Para Sweezy, la composición orgánica del capital (O) se encuentra en la relación entre (C)+(V)/(C), mientras que la tasa de ganancia (g) es la proporción de plusvalía con respecto al coste total al capital invertido en la producción (g=P/C+V) en un periodo de tiempo dado: teniendo en cuenta que los costes de los elementos que componen (C), no entregan todo su valor en la producción de igual manera, ya que los materiales son transformables y degradables en menor tiempo que la maquinaria; por lo que la inversión total en un periodo determinado –el capital invertido en un año, por ejemplo– no es igual al capital total empleado en la producción a lo largo del tiempo de existencia, o el tiempo en el que tarda en degradarse, una fábrica o una máquina.

5. LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA.

Desde una perspectiva teórica, el sistema capitalista opera en una situación que se puede denominar como “reproducción simple”; donde la producción, dividida en dos tipos –producción de medios de producción y producción de artículos de consumo: que a su vez se distinguen entre artículos de lujo y necesarios para la vida– es la oferta total de mercancías del sistema, y cuyos ingresos generados, se reparten en torno a los tres componentes del valor señalados en el capítulo anterior: la reinversión en medios de producción, salarios y plusvalía. Lo que da estabilidad al sistema es la demanda de mercancías, que es la que genera los ingresos, haciendo que el capital constante usado sea similar al de la producción total: de manera que el capital usado en la producción de artículos de consumo, debe ser igual al de las mercancías consumidas. esto da lugar a un equilibrio entre las ramas de consumo y de producción, entre la oferta y la demanda.

En la realidad, es sistema capitalista está sumergido en un modelo de “reproducción ampliada”: donde el capital está continuamente acumulándose en el ciclo D-M-D, en una continua reinversión para la obtención de una mayor plusvalía. Esto genera al capitalista un aumento y acumulación privada de capital, diferenciadamente de la necesaria para la reinversion en salarios y capital constante; lo que da lugar a que se ejerza presión en la demanda de mercancías, desviando así el precio de las mismas respecto a su valor real, permitiendo que se explote al trabajador, aumentando el plusvalor de las mercancías en base a la desigualdad entre fuerza de trabajo y salarios. Así entra en juego el concepto de Marx “ejército de reserva” o “población excedente relativa”, para referirse a los obreros desocupados, que mediante su competencia activa en el mercado de trabajo ejercen una presión constante hacia abajo, en el nivel de salarios. El empresario ha podido sustituir empleados por máquinas, para reducir el salario. Por tanto, gran parte de este sector está formado por los que han sido desplazados por las máquinas. Un estallido de acumulación de capital puede ser el resultado de una apertura de un nuevo mercado o de una nueva industria. Es en estos casos cuando el ejército de reserva se vacía y desaparece el obstáculo que frena el alza de los salarios. Pero en cada período de crisis, eliminación de trabajo… se vuelve a reconstruir el ejército.

En resumen, se puede decir que, según Marx, el ejército de reserva se forma mediante las innovaciones tecnológicas para economizar trabajo, y gracias a este, puede sobrevivir la plusvalía y la clase que ella sostiene. Además, a este respecto Sweezy destaca la idea errónea de suponer que la acumulación o bien la introducción de las máquinas para ahorrar trabajo marche a un paso igual, como para mantener un equilibrio entre los salarios y la plusvalía.

6. LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE LA GANANCIA.

Para Marx, la tasa de ganancia es la fuerza que impulsa la producción del sistema capitalista, pues una mecanización progresiva del proceso de producción, que permite que con la misma cantidad de trabajo se pueda rendir más y generar un aumento de los beneficios; da lugar a que la productividad del trabajo crezca de forma continuada: por lo que la composición orgánica del capital crece también sostenidamente. De ahí derivó Marx su “Ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia”: pues si la tasa de la plusvalía es constante, la tasa de ganancia varía en sentido inverso a la composición orgánica del capital; aunque esto puede ser simplemente una tendencia –ya que los cambios son imprevisibles y pueden balancear o modificar los efectos sobre los mismos– si se cumplen ciertas condiciones:
1ª. Abaratamiento de los Elementos del Capital Constante. El uso creciente de maquinaria, eleva la productividad de trabajo, lo que disminuye el valor por unidad del capital constante.
2ª. Aumento de la Intensidad de Explotación. Se trata de producir más en menos tiempo, sin afectar la cantidad de trabajo necesario, a través de los mecanismos de acelerar y estirar la jornada, lo cual eleva la tasa de ganancia.
3ª. Depresión de los salarios más abajo de su valor. Esto está determinado más por el mercado que por la voluntad de los capitalistas.
4ª. Sobrepoblación relativa o “ejército de reserva”. La existencia de trabajadores desocupados conduce a la creación de nuevas industrias con una composición orgánica del capital relativamente baja y una tasa de ganancia relativamente alta.
5ª. Comercio exterior. Abarata la adquisición de materias primas y artículos necesarios, frente a la producción nacional.

las fuerzas que actúan sobre la tasa de ganancia pueden resolverse mediante una fórmula compuesta por dos variables: la propia tasa de ganancia, y la composición orgánica del capital; teniendo en cuenta que una composición orgánica ascendente del capital va de la mano con la creciente productividad del trabajo, y que la productividad ascendente tiende a llevar consigo una tasa más alta de la plusvalía. Un ascenso en la composición orgánica del capital significa necesariamente un aumento de la productividad del trabajo.

Así pues se concluye que la productividad creciente del trabajo es inherente a un abaratamiento del trabajador, y consecuentemente a una tasa más alta de plusvalía, incluso cuando los salarios reales se elevan, ya que estos nunca suben proporcionalmente a la fuerza de trabajo productiva. Un ascenso en la composición orgánica del capital significa necesariamente un aumento en la productividad del trabajo; por lo que Marx expone que una más alta productividad va invariablemente acompañada por una tasa más alta de la plusvalía, ya que el proceso capitalista de producción es esencialmente un proceso de acumulación: de lo que se infiere la tendencia persistente de la tasa de ganancia a descender. Pero los capitalistas, a través de distintos medios, como la innovación tecnológica o los procesos globalizadores, procuran mantener la tasa de ganancia anterior, e incluso, elevarla. El aumento de la composición orgánica del capital tenderá a restablecer la tasa de plusvalía y a acrecentar el volumen de plusvalía.

Lo cierto es que no hay ningún hecho fehaciente que indique que los cambios en la composición orgánica del capital sean relativamente tan superiores a los cambios en la tasa de la plusvalía, y que los primeros dominen los movimientos en la tasa de la ganancia. Por lo que la formulación de la ley de la tendencia descendente de la ganancia formulada por Marx no es muy convincente, tal y como Sweezy lo explica, considerándolo como un hecho insostenible: lo que tampoco implica que no exista una tendencia de la tasa de la ganancia a descender como un rasgo básico del capitalismo, como ya apuntaban otros autores clásicos además de Marx. Lo que es cierto es que el aumento de la composición orgánica del capital tenderá a restablecer la tasa de la plusvalía, acrecentando así el volumen de la plusvalía mas allá de lo que este hubiera sido en ausencia del aumento de la composición orgánica del capital. Por lo que resulta necesario hacer hincapié en la existencia de otras fuerzas, además de las mencionadas hasta ahora, que son significativas a este respecto. Tales fuerzas pueden ser clasificadas en aquellas que tienden a deprimir la tasa de la ganancia y aquellas que tienden a elevarla, tales como: los sindicatos, los cuales organizan a los trabajadores en reserva son el principal obstáculo para los trabajadores que quieren beneficiarse del desarrollo industrial; la acción del estado en beneficio de los trabajadores, es decir, las leyes que benefician a los trabajadores, e igualmente a los sindicatos ayudan a la depresión de la tasa de la ganancia.

Por otro lado, las fuerzas que tienden a elevar la tasa de la ganancia son: las organizaciones patronales, las cuales actúan para mejorar la posición contractual del capital frente al trabajo, ejerciendo una influencia ascendente en la tasa de la ganancia; la exportación del capital, que sirve para mitigar la presión sobre el mercado de trabajo doméstico e impide la depresión sobre la tasa de la ganancia; la formación de monopolios que permiten aumentar la tasa de ganancia; y la acción del estado en beneficio del capital.


8. LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS

Para Marx, el modelo de transacción capitalista D-M-D, introduce la posibilidad de que se produzcan crisis de una índole nunca sospechada en una economía simple; pues si falla un comprador-vendedor, se produce una crisis en cadena pudiendo afectar a toda la economía, ya que da lugar a que coexistan mercancías invendibles y necesidades insatisfechas. En este sentido, cada productor ha producido más de lo que puede vender, haciendo que la crisis se materialice en una sobreproducción, como resultado. Así pues, hay que buscar las causas en la interrupción de la cadena compra-venta.

La ley de Say sostiene que no puede interrumpirse la circulación D-M-D, y por lo tanto no puede haber crisis ni sobreproducción. Este es el error de los economistas clásicos, no distinguen entre el sistema de producción simple y el capitalista, por lo que se tiene la falsa idea de que la crisis y la sobreproducción son imposibles en ambos tipos de producción; y esta es la idea que Marx rechaza, pues según él, en la cadena de compra-venta no se está obligado a comprar solo por el hecho de haber vendido, produciéndose así la interrupción de la cadena y el posible origen de una crisis. Venta y la compra son dos procesos diferentes y diferenciados en el espacio y el tiempo, teniendo sólo en común el dinero como elemento de transacción; lo que significa que uno puede fallar sin que el otro lo haga, interrumpiendo así el equilibrio presupuesto y dando lugar a la crisis.

En la forma de circulación M-D-M propia del sistema de producción simple de mercancías, el propósito de cambio es el valor de uso y no el aumento del valor de cambio, es producción para el consumo. Pero en la forma D-M-D, tanto la “D” del principio como la “D” del final representan valor de cambio, y el objetivo es incrementar ese valor. Esto es lo que se quiere decir cuando se dice que el capitalismo es producción para obtener ganancia. Pero esto no significa que el modelo de circulación M-D-M deje de existir, ya que la gran mayoría de los trabajadores, la circulación será esta, con todo lo que ello implica (aumento de valor de uso). A este respecto, es erróneo pensar que el obrero tiene un deseo natural de obtener cada vez más ganancia. Por lo que ante la relación entre D-M-D y el problema de la crisis., hay que tener en cuenta que el interés del capitalista es elevar la tasa de ganancia (volumen del incremento de “D”, con relación a la magnitud de su capital original); mientras que en lo que referente a la posibilidad de crisis no hay diferencia entre la producción simple de mercancías (la relativa al M-D-M) y el capitalismo (D-M-D), ya que las irrupciones de compra-venta afectan al proceso en los dos casos. La diferencia está en que puede desaparecer la tasa de ganancia o volverse negativa, por lo que el incentivo de la producción capitalista dejara de existir. También puede ocurrir, que se produzca un descenso en dicha tasa y que los capitalistas reduzcan sus operaciones lo bastante como para producir una crisis. En estos momentos, el capitalista debe elegir una de dos opciones: introducir capital a la circulación o conservarlo, aunque pronto tendrá que reinvertirlo para continuar siendo un capitalista. Lo que ocurre es que ese aplazamiento del capital habrá producido ya una interrupción y provocado seguramente la sobreproducción y la crisis. Por tanto, no es verdad que la tasa de ganancia deba desaparecer o volverse negativa para producir una crisis; sólo con el descenso de ella puede ser suficiente para interrumpir el proceso de la circulación y por tanto dar lugar a una crisis.

Se puede concluir afirmando que existen dos tipos de crisis: las relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia y la crisis de realización (realización de valor). Desde una perspectiva causal, los dos tipos plantean problemas diversos: pues en un caso tiene que ver con movimientos en la tasa de la plusvalía y en la composición del capital, quedando intacto el sistema de valor; y en el otro, está relacionado con fuerzas todavía no especificadas que tienden a crear un déficit general en la demanda de mercancías, en el sentido de ser insuficientes para comprarlas todas con una tasa de ganancia satisfactoria. El punto de partida en sendos casos, es un descenso en la tasa de la ganancia; pero lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia, precisa un análisis muy diferente del que requiere lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia en el otro.

sábado, 3 de enero de 2009

SESIÓN DE MÚSICA Y REALIDAD SOCIAL

Siguiendo el programa, aquí os presento unos cuantos temas relacionados con la realidad social. Espero que os gusten.

El primero es una canción del último disco de Enrique Bunbury, y esta es la letra y el enlace del video: http://es.youtube.com/watch?v=NL_h4FgXGXk

LETRA DE LA CANCION BUNBURY - BUJÍAS PARA EL DOLOR (HELLVILLE DE LUXE)

Perdiendo trenes bajo la lluvia,
sólo me espera quien no me conoce
busco a tientas el próximo refugio
y ya no creo en los anuncios de felicidad

No van a cesar todas las preguntas
aunque sean las mismas y desde el mismo andén
la memoria, el sombrero de prestidigitador
el sur es mi norte, eso lo dije ya

Virgen del Carmen, patrona del mar
paraíso perdido en algún lugar.
Contrabando de amor en alcaraván,
desván de la infancia y bujías para el dolor.

Alguien me ama, alguien me destruye
ventanas o espejos, quebrados o abiertos
nací con el síndrome de Pilles de La tourette,
el resto es el cierzo y el viento de levante

Virgen del Carmen, patrona del mar
paraíso perdido en algún lugar.
Contrabando de amor en alcaraván,
desván de la infancia y bujías para el dolor.

Oscuras olas que impiden tu regreso
la indefensa necesidad de amor conyugal
en realidad prefiero que sean los demás
los que se diviertan y se lo pasen bien

Virgen del Carmen, patrona del mar
paraíso perdido en algún lugar.
Contrabando de amor en alcaraván,
desván de la infancia y bujías para el dolor.

La canción, como toda obra de arte producto de la expresión del individuo, es un elemento subjetivo. Dada la letra, se me antoja que habla sobre un tema tan actual como es la inmigración: una forma poética de expresar esa necesidad humana, tan fríamente vista por quienes no tienen la necesidad de trasladarse, de ser un nómada por la fuerza de la concidion social humana de hoy.

El siguiente tema es de un grupo ya disuelto: Los Enemigos. Y esta es una de sus composiciones más conocidas. Aquí os dejo el enlace del video y la letra de la canción: http://es.youtube.com/watch?v=kMwUO-EO-Xs


Autor de la letra - Josele Santiago
Autor de la música - Josele Santiago

Letra

Hola chaval,
prepárate para dejar de jugar.
1, 2, 3, ya!
Ahora la carrera es de verdad

Habrá que limpiar
los colores que hay en tu cristal.
¿Lo ves claro ya?
Bienvenido hijo, a la realidad.

Llave en mano,
entra, hijo, entra sin llamar,
y no cedas jamás
¡No cedas jamás!

El mundo rula y al caer
se muerde la cola.
¿Por qué has tenido que crecer?
¡Maldita la hora!

Debes ganar
y pisar fuerte, hay que impresionar.
Vas a flipar.
Tendrás que ser mejor que los demás.

¡Qué solo estás!,
mi queridísimo hijo, mi chaval.
La cuenta atrás,
4, 3, 2, 1, 0, ¡ya!

El mundo rula y al caer
se muerde la cola.
¿Por qué has tenido que crecer?
¡Maldita la hora!

Bienvenido
al club de los que vamos a triunfar.
La vuelta ya nos la darás.
¡Tú vales, tú vales chaval!

El mundo rula y al caer
se muerde la cola.
¿Por qué has tenido que crecer?
¡Maldita la hora!

El mundo rula y al caer
se muerde la cola.
¿Por qué has tenido que crecer?
¡Maldita la hora!

La razón que me lleva a incorporar este tema a esta sesión, creo que es obvia. Trata sobre como las personas perdemos nuestra inocencia al crecer, sobre como la sociedad nos incita a crecer, a ser adultos, a entrar en la dinámica en la que "el mundo rula..." perdiendo así aquello que nos diferenciaba de los demas y que nos hacía ser. Se creen en tantas cosas cuando somos niños¡¡¡ poco a poco comienzan las decepciones y se pierde la fe en todo, al mismo tiempo que nos dicen que tenemos que ser adultos y comportarnos de determinada manera: dejando atrás lo que un dia fuimos y los sueños de ser alguien en concreto, pues ¿ hasta qué punto no somos lo que el mundo ha querido que seamos?

LECTURA DEL TEXTO DE ROBERTO CARBALLO “CIENCIA Y MÉTODO”

La ciencia, en cuanto a actividad social y humana, posee un carácter interpretativo y subjetivo, tanto como medio o herramienta de conocimiento, como en cuanto a fin en sí mismo. Esto se debe a que está condicionada psicológicamente por las actitudes de las personas, quienes son producto de los momentos y los contextos en los que viven; lo que hace que la propia ciencia se convierta en un elemento histórico, cuyos resultados son tan temporales, relativos y perecederos como los métodos en los que se basan. Ahora bien, su poder radica en el impacto que sus descubrimientos tienen en el contexto espacio-temporal en el que surgen, capaz de revolucionar lo conocido hasta el momento; haciendo que ésta sea utilizada como instrumento de control social, aprovechándose del hermetismo que supone su proceder: pues la ciencia, su lenguaje y su método, no está al alcance de todo individuo, dando lugar a que sea una actividad de minorías sujeta a los “vicios y virtudes” humanos de tales minorías; lo que hace de su evolución un proceso fuertemente condicionado, y de su actividad un concepto fuertemente disputado.

Este es el dogmatismo de la concepción de la ciencia: los criterios de demarcación de la misma y la veracidad de los mismos. Pues justifican –o se utilizan como justificación de– las acciones y las posiciones de las minorías, en base a ideales subjetivos y meramente humanos. En este sentido, es preferible utilizar una definición abierta de la ciencia, más accesible y que haga hincapié en la consciencia sobre las cosas; pues al fin y al cabo, estamos ante una concepción más del mundo que nos rodea, concepción que está influenciada por ideas y creencias a-priori, y que sólo se diferencia de otros tipos de conocimiento por su método: el cual está en continua transformación y evolución, haciendo que sus descubrimientos sólo sean verdades temporales.

Teniendo en cuenta que las fases del método de investigación científica (véase, por ejemplo, las de G. Longo), aun siendo siempre las mismas, pueden variar susceptiblemente en cuanto al campo científico en que se apliquen; algo que no suele ocurrir con el método de exposición científico. Éste es un proceso a-posteriori de la investigación, y su contenido ni su forma de proceder debe dar a entender ideas u objetivos o hipótesis planteadas antes del desarrollo de la investigación, o que han guiado a la misma; debe mostrar las relaciones descubiertas en el proceso indicado, y toda idea a-priori debe ser un mero marco de comparación de lo que se concebía antes respecto a lo que se ha observado en la realidad. De esta manera, la exposición adquiere la capacidad de enriquecer más aun la propia investigación y el conocimiento científico adquirido, reformulando así las hipótesis planteadas.